• La Escuela de Negocios tiene programas diseñados para empresas familiares.
• En Ecuador, el 85% de las empresas familiares no tiene un plan de sucesión por escrito.

Las empresas familiares marcan el ritmo de los negocios a escala global. Hoy en día representan entre el 70% y  el 95% de todas las organizaciones existentes; además generan entre el 70% y 90% del PIB mundial al año y crean entre el 50% y el 80% de todos los puestos de trabajo, según datos de la Organización de las Naciones Unidas.

Si bien son mayoría, estas empresas enfrentan una serie de desafíos. En Ecuador, por ejemplo, el 85% de las empresas familiares no tiene un plan de sucesión por escrito y un 66,3% tampoco cuenta con criterios establecidos para elegir al sucesor. Respecto al administrador de la empresa, solo el 34,9% es mujer, el 25,9% tiene entre uno y cinco años en el cargo y el 76% de esos administradores es parte de la familia dueña de la empresa. La información proviene del Policy Report Empresas Familiares en Ecuador 2021, elaborado por la Universidad Espíritu Santo de Guayaquil. Además, el 94,9% de las empresas familiares se encuentra en el sector de las micro y pequeñas empresas (mipymes) y tienen una trayectoria de alrededor de 20 años.

La Escuela de Negocios de la Universidad Adolfo Ibáñez de Chile está consciente de esta situación y por eso cuenta con programas diseñados para el aseguramiento y crecimiento de empresas familiares. Los MBA que ofrece este centro de estudios para ejecutivos y empresarios abordan el presente y futuro de los negocios dirigidos por familias.

El ecuatoriano Diego Padula estudió el Executive MBA en la Universidad Adolfo Ibáñez entre 2014 y 2016. Él es parte de la segunda generación de la familia que está al frente de la agencia de viajes Polimundo y desde hace dos años es el Gerente General de esta empresa del sector turístico. Padula asegura que los profesores de primer nivel y el enfoque práctico que tuvo el MBA le brindaron las herramientas y los conocimientos que hoy le permiten liderar la empresa familiar que tiene 37 años en el mercado ecuatoriano.

“La metodología aplicada me ayudó a desarrollarme como profesional. Me abrió la mente sentí que elevó mi potencial. Otro punto importante es la visión internacional de los negocios”, dice este empresario de 40 años quien trabaja hace 13 en Polimundo y que hasta la fecha mantiene buenas amistades con sus excompañeros del MBA.

La escuela de Negocios de la Universidad Adolfo Ibáñez también ofrece el curso de Dirección y Crecimiento de la Empresa Familiar. La meta es que los estudiantes entiendan los desafíos y riesgos que enfrenta toda empresa familiar; que conozcan la importancia de incorporar el pensamiento estratégico a las decisiones de la familia y empresa; y poner en práctica los principios de gobierno y sucesión que habilitan la sostenibilidad de una empresa familiar.