El aprendizaje de habilidades de resolución de conflictos implica dar protagonismo a los miembros de la familia en la solución de los conflictos que les afectan, reconociendo que las mejores soluciones provienen generalmente de las personas que viven el problema y pueden tener diversas ventajas al ser una oportunidad de enseñar y aprender. 

¿Qué es un conflicto? 

La palabra conflicto es entendida como un desacuerdo o diferencias que sucede en las personas que presentan posturas opuestas hacia a otras, persistiendo escazas herramientas de comunicación, que permiten una mediación oportuna ante el problema. 

¿Qué es la familia? 

La familia se muestra como un sistema de protección tolerancia firmeza y cariño, dónde se establecen límites y reglas, figuras de autoridad, lazos afectivos, constituyéndose en un medio que limita y sostiene a los individuos. 

¡Nuestra familia y nuestros conflictos! 

En este sentido, el contexto familiar emerge como escenario en donde se gesta conflictos en torno a varios temas de interés como es las dificultades en la crianza de los hijos, las tareas escolares, las tareas domésticas, a la hora de llegar a casa, a las amistades, entre otros; generando cambios en el estado de ánimo, estrés, cansancio físico, frustración y agotamiento en relación al impacto del mal manejo de conflictos familiares. 

Cabe recalcar, que el conflicto debe ser entendido no sólo como un problema sino como un factor de crecimiento cuyo manejo y resolución implica un trabajo orientado a la obtención de un nuevo equilibrio, estabilidad, armonía entre las partes. 

Herramientas:

1. Generar un estilo de comunicación asertiva donde los miembros de familia puedan expresar abiertamente sus opiniones, sentimientos y deseos con seguridad y al mismo tiempo evitando atacar a los otros, sino al contrario respetar los derechos o intereses propios de los demás. 
2. Implementar el diálogo con el propósito de generar una conversación motivada por una búsqueda de entendimiento hacia el otro y soluciones para ambas partes donde haya disponibilidad para escuchar, generar nuevas ideas y aprender de los puntos de vista de la otra persona. 
3. Emplear estrategias como el rol playing, dramatizaciones, relatos familiares, entre otros, para la búsqueda de la empatía entre padres e hijos, compartiendo sentimientos de elogio, gratitud, satisfacción y amor. 
4. Fomentar la escucha activa entre los miembros de la familia para abrir la puerta de la comprensión, la empatía y la solución de los problemas en donde ayudará a que cada integrante de cifra de manera correcta los mensajes emocionales que hay detrás de sus confidencias para así elaborar preguntas que faciliten la comunicación y evitar un interrogatorio. 
5. Realizar preguntas adecuadas para facilitar enormemente la tarea de comprender y analizar los problemas, es decir, antes de sentarse a hablar con uno de los integrantes de la familia sobre un problema o conflicto se debe elaborar un listado de preguntas abiertas que pueda formularse y otro listado de pregunta que no se va a hacer “preguntas cerradas”.